Prólogo
La sociedad está indisolublemente relacionada con la
afectividad. Sin embargo, suele ser uno de los factores a los que menos
atención se le presta. En un mundo donde la globalización ocupa una de las
esferas más altas de preocupación, y donde los intereses económicos superan los
intereses socio-afectivos, el ser humano se ve envuelto en un círculo de
competencias, logros, indicadores, productividad y efectividad; olvidando el
núcleo principal de todo alcance: el afecto y los vínculos donde se teje el
mismo.
Este libro es producto de un maravilloso esfuerzo por volcar
la atención sobre el núcleo social del que se desprenden múltiples
problemáticas como la delincuencia, que hoy se pretenden solucionar con recursos
tangibles, haciendo a un lado los recursos intangibles de los que no tenemos
medida ni control y por lo tanto pasan a ser considerados recursos relegados o
rechazados para los cuales no se dispone de tiempo.
Ante esta realidad, no podemos seguir estimando el logro por
encima del proceso. Tal como se realizó esta investigación en el corazón de un
Semillero de Investigación de la Universidad Nacional, Abierta y a Distancia de
Colombia, también se tejen las vincularidades entre los padres e hijos que promueven
el desarrollo de las características socio-afectivas, y que posibilitan la
formación de agentes de cambio que además de ser portadoradores de acciones
prosociales, también se convierten en movilizadores de vida.
Conozco de cerca el trabajo que emprendieron las
investigadoras de este estudio, conozco sus potencialidades y el camino que
siguieron para encontrar los hallazgos que aquí se presentan respecto a la
socio-afectividad de personas con antecedentes delictivos. Cada una ha dejado
su huella en cada renglón, en cada palabra, en cada signo de puntuación; pero
sobre todo en cada PERSONA que formó parte de la muestra de este estudio. Cada
investigador se vinculó con la problemática y se resistió a ser parte de los
que miran de lejos, conocen el problema y dan la vuelta para seguir el camino
ligero que garantice logros visibles, aunque no sean reales. Todos los que participaron en este estudio
(en cualquier proporción), sacrificaron otros de sus espacios para adentrarse a un
nuevo espacio: el espacio de lo afectivo, y muchas veces de lo invisible.
Este
estudio movilizó los esquemas aún de las investigadoras. Cuando se habla de
afecto, se habla de historia, de subjetividad, de colectivos, de pertenencias y
renuncias, de apegos y desapegos… de vida y de muerte. Tal como lo menciona Luc
Ciompi (2007) “los afectos no sólo acompañan al pensamiento y al comportamiento,
sino que también en buena medida los guían y los organizan…, los afectos son
los motores y organizadores esenciales de toda evolución psíquica y social”. A partir de esta premisa, pensar en una evolución social, implica
pensar en el afecto, y verlo más allá de una variable importante en el
desarrollo humano, es también verlo como una necesidad inquebrantable de
desarrollo social.
Las personas con antecedentes
delictivos, han construido en medio de su entorno (escogido y no escogido), vínculos
débiles que empobrecen sus recursos internos para enfrentar crisis externas.
Este libro presenta detalladamente las características socio-afectivas que
emergen en un contexto de delincuencia y que de una u otra forma nos
involucran. Cuando utilizo el “nos” hago referencia a todos los seres humanos
que independientemente de las particularidades del entorno, nacimos bajo una
misma condición: producto del vínculo que un día se estableció entre un hombre
y una mujer, en esta categoría están los protagonistas de este estudio que hicieron
parte de la muestra, las investigadoras y cada uno de los que hoy están leyendo
este libro.
Estos hallazgos resultan ser
una invitación para pensar en lo que no tiene “razón” y sentir con lo que no
tiene “emoción”; es un reto para explorar nuestro entorno próximo y re-evaluar
cuál es el espacio y lugar que le hemos dado al afecto (si es que lo tiene), y
cuestionar si nuestro esfuerzo por un mundo “mejor”, produce ganancias que
garantizan una sostenibilidad social, o si por el contrario propicia las
condiciones para una delincuencia que termina reproduciéndose sin fronteras.
Este libro, es una ayuda inestimable para comprender desde la Psicología esta
realidad y seguir creyendo que más allá de lo tangible, la socio-afectividad
abarca reproductores intangibles que merecen ser descubiertos y que pueden ser
incorporados en la cotidianidad de cualquier sujeto social: tu, el, ella,
ellos, ellas, ustedes y nosotros.
Luz
Adriana Aristizábal Becerra, 2015